domingo, 19 de mayo de 2013

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Quizás no tenga mucho que ver con la anterior entrada, pero sólo quiero esta canción y ya.


No.

No sé...
No es que odie al mundo, o al menos no pretendo hacerlo, pero a diario siento fluir la rabia dentro de mí tan sólo con ver a una persona, ¿qué enfermo, no? si, lo sé, pero no lo puedo controlar.

Hoy por ejemplo fui de compras con mi abuela y no aguantaba las ganas de quedar mirando a las personas, a cada una que se cruzaba ante mi mirada, seguramente lo hice de una mala manera, ya que todos se me quedaban mirando. No se trata de aires de superioridad, sólo es sentirme extraña frente al mundo, siendo que soy igual a ellos, quizás es un sentimiento de inferioridad...quién sabe.

Tengo odio, tengo rabia, envidia y no lo niego. Soy una vil pecadora y ni al mismo infierno llego. Me quedo aquí, en la peor tortura que un alma en pena como yo puede recibir, donde cometo los mismos pecados que me dejan pagando por siempre esta condena que me tocó vivir.

Me contradigo desvergonzadamente y como si el mundo no lo notara hago desdén de mis errores.